lunes, 7 de enero de 2008
domingo, 6 de enero de 2008
EVOLUCIÓN DE LA NAVIDAD
http://es.youtube.com/watch?v=pHFoKrm5FWM Después de consultar a algunos conocidos y oír sus comentarios sobre la evolución de la Navidad, he decidido contar la que viví desde mi adolescencia hasta la actualidad. La Navidad: En mi adolescencia, alrededor de los años (1948-50) la Navidad, empezaba en verano, mis padres compraban polluelos y alguno de pato mudo. Yo era el encargado de alimentarlos, en verano después de la siega del cereal, iba a recoger las espigas que quedaban y siempre recogía para bastantes días, también después de la recogida de las patatas hacía lo mismo y aquí si que se recogían bastantes, también repasaba los maizales después de su recogida y aunque no había tanto como los demás, si recogía bastantes panochas, mi tarea era desgranarlas, cuando se terminaba lo que había recogido, íbamos a comprarlo. En el mercado semanal, íbamos a los payeses y se les compraba los sobrantes que no habían vendido como, tomates, verduras, frutas que por lo maduras, ya no se podían llevar a otro mercado, también en verano me iba por los ribazos y la vera del río a buscar caracolillos, que había muchos en los troncos de los matojos. A los patos les encantan los caracolillos, cuando llegaba de buscarlos se ve que lo notaban y empezaban a corretear detrás de mi y no paraban hasta que les daba su comida preferida. Pues ya me tenéis preparando cada día la comida de los polluelos recién llegados a su nuevo hábitat, “pobrecitos, no sabían a que iban a ser destinados o almenos eso me parecía entonces”, la comida era a base de un potaje de, patatas hervidas, tomates, restos de frutas y algunas verduras, todo esto lo mezclaba con salvado de trigo, cuando se lo daba se armaba tal barullo que tenia que salirme, si no salía, me picaban, les daba este potaje una vez al día y también les daba el grano que había ido a buscar para ellos. Durante seis meses eran alimentados tal como os he comentado, “ahora su comida es a base de piensos” al llegar la Navidad, estaban que daba gozo de verlos, (en la cazuela daban más gozo, y en el plato, no os lo cuento, podéis imaginároslo, mi madre se pasaba dos días preparándolos). En estas fechas eran las únicas en las que se bebía champán, ahora es “cava”, también esperaba estas fechas para degustar el rico turrón. No recuerdo que por aquel entonces en casa se montara algún Belén. Pasaron algunos años, me case y partir de aquí todo cambio, llegaron dos hijos preciosos y cada año se montaba el belén, se comía y se bebía lo mismo que antaño, el rustido de ave de corral, el típico caldo con “galets i carn d’olla”, ahora ya se incluye el marisco, pero no es lo mismo. Los pollos y los patos los compramos, y aunque dicen que son de corral, os aseguro que no son igual de sabrosos.  Los niños, con ellos llegó el (caga tió) no veáis que porrazos le daban los niños al pobre tronco, nosotros les decíamos, “más fuerte que así cagara más” y los niños, dale que te pego, luego miraban lo que había “cagado”el pobre tió, les había dejado, turrones, algún juguete, alguna pieza de ropa y algunas chucherías, saltaban y chillaban de contentos que ahora cuando lo recuerdo se me cae la baba. Los niños crecieron y entraron a formar parte del pesebre “vivent”, en el cual los padres colaborábamos en el montaje y ellos eran los personajes, también entraron en un concurso de pesebres en el que los niños tenían que hacer las figuritas del pesebre y las hicieron guiados por su madre. Ellos moldearon todas la figuras del pesebre, lo hicieron muy bien, a partir de entonces, los pesebres en casa se montaron con las figuritas hechas por nuestros hijos. (Fueron unos años inolvidables, nosotros aun hacemos el pesebre con las figuritas que ellos crearon.)  Cuando nuestros hijos nos dijeron que sabían quienes eran los "Reyes Magos," les dijimos que a partir de ahora los reyes pasarían por Navidad y así podrían jugar con los juguetes más tiempo antes de ir al colegio, no os imagináis lo contentos que se pusieron, y los reyes se convirtieron en, Santa Klaus o Papa Noel. Durante años nos reuníamos la familia de mi esposa y la mía, llegaron dos sobrinitas preciosas, que con nuestros dos hijos lo pasábamos de maravilla, a la hora de los regalos, aquello era un caos, (imaginároslo). Los hijos crecieron y formaron sus propias familias. Por estas fechas nos reunimos todos en nuestra casa y lo pasamos muy bien, hay regalos para todos, y como no, también vinieron los nietos y la vida se repitió, aunque de diferente manera, hay comida, bebida, turrones, regalos, y la alegría que dan los nietos. Un servidor, añora los años en los que tenía que dar de comer a los que alfin iban a parar a la cazuela, de la cazuela al plato y seguidamente a nuestro estómago. Antes no les daba las gracias por el alimento y satisfacción que nos proporcionaron, ahora si lo hago y desde aquí les doy las gracias a aquellos animalitos que dieron su vida para alimentar y satisfacer la nuestra, Gracias… Ahora hay mucho de todo, se sigue preparando una buena comida, bebida, turrones, cava y regalos. Actualmente seguimos montando el pesebre con algún toque más moderno, a mi esposa le gusta la innovación y le da un toque femenino de modernidad, eso si, las figuritas continúan siendo las mismas después de más 30 años de su creación.  |
Joan. Mollet del Vallés, Domingo 6 de Enero del 2008
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